Hola, amores.
Un viernes más estoy con vosotros para compartir mis
emociones acumuladas durante la semana. Hoy os traigo un outfit muy veraniego (publicado anteriormente en mi blog personal), y seguramente sea
el ultimo de la temporada ya que empieza hacer frio, y esta vez, creo
que va en serio.
Falda
campanilla/vuelo de Zara, combinada con una chaqueta vaquera de
Stradivarius (old), collar de Primark, brazalete vintage, zapatos de
Zara, gafas Knockaround, y mi queridisímo Boy.
Sin embargo, además de enseñaros las fotos de look, hoy vengo con ganas de más.
Hace mucho tiempo (cuando era solo una niña de 15 años), uno de mis escritores favoritos, Gabriel garcia Marquez, se retiraba de la vida pública por razones de salud. Para despedirse, mandó una carta a sus amigos, y gracias a Internet, esta ha sido difundida. Para aquel entonces tuve que leerla en versión georgiana y pasé varios días llorando conmovida y dramatizada. Nada más aprender el castellano, leí la versión original, y mis emociones fueron aun más fuertes.
Hoy quiero compartir con vosotros este maravilloso escrito, y espero que os guste tanto como a mi. Con mucho amor...
Besos
Kristi
CARTA DE DESPEDIDA
"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y
me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso,
pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría
poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos,
perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen,
despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan
y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!
Si Dios me
obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al
sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios
mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y
esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre
las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la
serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas,
para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus
pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No
dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la
quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y
viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán
equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen,
sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría
alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les
enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres... He aprendido que
todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la
verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido
que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera
vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He
aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo,
cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido
aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque
cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré
muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si
supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te
abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de
tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la
puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte
más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz,
grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez
indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo
diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre
hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas
bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me
gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.
El
mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la
última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy,
ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no
tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy
ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de
ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos
bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor",
"gracias" y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te
recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y
sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ